Juanita era una de las nenas del montón del barrio.
Hasta que un día se cayó su amiga y la llevaron al hospital. Al día siguiente se recuperó y cuando fue grande fue Doctora y su amiga también.
Trabajaron en el hospital de la Ciudad de Paraná y atendieron a un paciente que tenía diabetes y se hicieron buenos amigos. Y había un perro que los miraba.
MUY BUENO EL RELATO DE ALEJANDRINA!PERO NO SE QUÉ TENDRÁ QUE VER EL PERRO,jA,JA,NO HABRÁ SIDO PURVIS
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