¡Canta, canta, mi cigarra,
tu bello canto amarillo!
¡Dame tu hilito de plata,
breve y sencillo!
Con tu trompeta de lata
y tus alas de rocío,
¡sigue cantando, cigarra,
tu canto es mío!
Que digan que estás de farra,
que eres vaga, las hormigas...
¿Qué saben ellas de tu arte,
mi dulce amiga?
Déjalas, nomás, retarte...
Perdónalas..., pobrecitas...
Sucede que ellas no entienden
tu cancioncita...
Pues entonces... ¡Canta, canta
tu bello canto amarillo!
¡Dales tu hilito de plata,
breve y sencillo!
Elsa Bornemann
No hay comentarios:
Publicar un comentario