El bicho de luz
engaña
se convierte en ascua
camina en las sombras
como si fumara.
Nunca soples
un bicho de luz.
Puede convertirse
en un incendio.
Laura Devetach
engaña
se convierte en ascua
camina en las sombras
como si fumara.
Nunca soples
un bicho de luz.
Puede convertirse
en un incendio.
Laura Devetach
La fantasía siempre ha sido
peligrosa. La fantasía asusta, hace temer a lo establecido y nos da esa
libertad jamás pensada. Porque cada vez estamos más convencidos de que tenemos
que ser libres en este mundo y en todos los mundos posibles.
Hacer un Taller Literario infantil
durante un año nos hizo enfrentarnos a esto. Nos hizo tomar posiciones, actuar
e intervenir. Y nos hizo preguntarnos por qué la fantasía en el mundo infantil
siempre ha tratado de ser domesticada, clausurada, vedada. Con esa pregunta llegamos
a este fin de año. El poema de Laura Devetach que encabeza este intento de
prologo es lo que ofrecemos en respuesta. Los niños son bichos de luz que nadie
quiere soplar. Y algo nos dice, desde lo establecido, que nunca soplemos un
bicho de luz. Pero nosotros que somos traviesos, que somos militantes, que
somos algo molestos quisimos soplar nuestros bichos de luz y ver el incendio
que fuéramos capaces de provocar.
Un libro, una antología como esta,
no alcanza para mostrar el camino que hicimos. Pero sí es un asomo al mundo
construido en este Taller. ¿Mundo? Sí, mundo. Un Taller literario debe ser el
espacio de la creación de mundos. Ya que crear mundos es una necesidad tan
humana como el amor.
Solo nos resta decir que hacer este
taller fue un desafío, para con nosotros mismos la más de las veces. Planificar
los encuentros y que no siempre resulte como uno lo espera, exponerse a los
niños que nos ponían a prueba continuamente y nos obligaban a hacer nacer
nuevas propuestas, otras alternativas desde una hoja en blanco, las palabras,
la música, la naturaleza, el arte plástico, poesía, historieta, ilustraciones.
Como docentes y estudiantes que
somos, hemos militado este Taller con la convicción de que la creación y
defensa de espacios poéticos es un derecho humano y es hora de que hagamos
participes a los niños de la construcción de su propio espacio, de su propio
mundo, para no darles recetas e historias repetidas.
Araceli Franco y Kevin Jones
‘Los Talleristas’
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